RELOJ DE PULSERA PARA SEÑORA con cristal Murrine Murano auténtico hecho a mano Made in Italy

El maestro vidriero Cavaliere Luigi Voltolina creó su laboratorio artístico "Murrina" en 1970 en Murano, una isla de cristal conocida en todo el mundo. Con el paso de las décadas, el laboratorio cambió de nombre: "Corte Murrina" y el arte de trabajar el vidrio pasó a su hijo Nicola y a sus nietos Rebecca y Filippo, quienes heredaron no sólo el laboratorio, sino también la pasión por el vidrio. procesamiento y toda la maestría del Cavaliere Luigi Voltolina. Corte Murrina, fuerte en la técnica de elaboración del millefiori murrina veneciano, ha tenido un gran éxito tanto a nivel nacional como internacional, hasta el punto de que en 1985 la familia Voltolina decidió emprender una completa reorganización interna del laboratorio. La producción de nuevas líneas de bisutería, relojes y objetos de cristal de Murano comienza también gracias a la colaboración con diseñadores jóvenes e innovadores. Los objetos de Corte Murrina, caracterizados por adornos realizados con la técnica veneciana millefiori murrina, van desde platillos hasta jarrones decorativos, desde lámparas hasta marcos, pasando por topes para puertas y portabolsos. El éxito del laboratorio familiar, consolidado a lo largo de décadas, estuvo determinado sin duda por la capacidad y la pasión transmitidas de generación en generación por el procesamiento del vidrio, pero también por la atención continua a las nuevas modas y tendencias. La búsqueda continua de nuevas ideas ha generado modelos cada vez más actuales y ha ampliado significativamente el surtido mejorando al mismo tiempo su calidad. Cada obra producida por la más hábil artesanía de los vidrieros de Corte Murrina es una pieza única, tanto en su entorno privado como en sus espacios de trabajo, una obra de Corte Murrina tendrá un efecto altamente decorativo y elegante, en el límite entre un mueble elemento y real. Es una verdadera joya. El regalo ideal para ti, tu pareja o tus mejores amigos; No te lo puedes perder, por suerte sólo te separa un clic.